Conforme la dieta BARF y la buena alimentación de nuestras mascotas cobra mayor relevancia en nuestras vidas, se han ido creando y difundiendo muchos mitos sobre sus características, que tal vez puedan confundirnos. Para sacarte de dudas, te contamos 3 mitos sobre esta dieta que NO debes creer, y te decimos por qué no hacerlo.
1. ¨Alimentar a las mascotas con comida cruda puede ser peligroso porque contiene bacterias como salmonella y otros parásitos¨ WRONG
Lo primero que debemos tener en cuenta es que los perros y gatos son carnívoros y su sistema digestivo es diferente al de los humanos. Por ello, su tracto gastrointestinal está preparado para consumir alimentos crudos sin verse afectados. Además, los parásitos y bacterias no tienen el mismo efecto sobre el cuerpo animal que sobre el humano y de hecho, los animales carnívoros necesitan la comida cruda para obtener un estado óptimo de salud.
2. ¨Los perros que comen carne cruda se vuelven agresivos¨ WRONG
Por el contrario, la dieta BARF puede contribuir a mejorar problemas de actitud, ya que la relación entre intestinos-microbiota-cerebro y la segregación de serotonina puede contribuir al control de emociones. Este neurotransmisor cumple la función de modular el humor, el comportamiento social, las emociones y el estado de ánimo. La alimentación BARF favorece la salud intestinal, lo cual se traduce en una producción y transporte saludable de serotonina.
3. ¨La dieta BARF no es aconsejable para razas pequeñas o mini¨ WRONG
Un perro de raza pequeña como un Yorkshire tiene las mismas necesidades alimentarias que uno de raza grande como un Gran Danés, por lo que su nutrición es igual de importante. Lo que es fundamental es saber calcular la cantidad de alimento que necesita tu perro. Además. al elegir huesos debes hacerlo teniendo en cuenta el tamaño de su mandíbula.