Los perros tienen una capacidad auditiva significativamente mayor que los humanos. Mientras que el rango auditivo humano típico es de aproximadamente 20 Hz a 20,000 Hz, los perros pueden detectar frecuencias mucho más altas, llegando hasta aproximadamente 65,000 Hz. Te ponemos un ejemplo: Ellos pueden escuchar el roce de las hojas y el suave murmullo de un pájaro a kilómetros de distancia.
Las orejas de tu perro son como radares que se ajustan. Su capacidad para girar y moverse no solo agrega un toque adorable, sino que también les permite dirigir su atención a sonidos específicos. ¿Alguna vez has notado cómo giran las orejas y la cabeza cuando escuchan algo interesante? Es su forma de enfocar y disfrutar del sonido que perciben, son todo un misterio.
Debes saber que a pesar de su amor por los sonidos, a veces necesitan momentos de tranquilidad. Proporcionales un lugar tranquilo y sin ruido que les permita descansar.
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